La vitamina A también es conocida como Retinol y, aunque frecuentemente se usa el primer nombre, en cosmética es muy habitual encontrar productos donde en su formulación usan el segundo nombre en lugar del primero.
Nuestro organismo necesita esta vitamina para llevar a cabo la producción de rodopsina, un pigmento que nos permite ver en la oscuridad. De ahí que comúnmente se haya asociado la vitamina A como una de las vitaminas fundamentales para la vista.
Esta vitamina resulta esencial para mantener la humedad del revestimiento de la boca y de los pulmones, el adecuado crecimiento de los tejidos del cuerpo, para el desarrollo de huesos fuertes y para mantener un sistema reproductivo equilibrado y una piel sana.
Interviene además en la reacción del sistema inmunológico, ayudando a combatir infecciones bacterianas, virales y parasitarias.
Vitamina A o Retinol
La vitamina A se absorbe mejor si se consume con aceite o grasa en la dieta.
El uso prolongado de colestiramina, medicamento capaz de disminuir los niveles de colesterol de la sangre actuando a nivel gastrointestinal, puede alterar el equilibrio natural de vitamina A en el organismo.
Los antiácidos requeridos para la digestión y la ausencia de cinc en la dieta, disminuyen las reservas de vitamina A en sangre.
La RDA de vitamina A para adultos se encuentra en 800 mcg. aproximadamente. Esta cantidad se puede obtener de 3 g. de hígado de vaca a la plancha o en 8 huevos.
El cuerpo es capaz de generar su propia vitamina A a partir del betacaroteno, pigmento presente en algunas frutas y verduras.
Generalmente los suplementos de vitamina A son oleaginosos y derivan de la grasa del pescado. También está presente en el aceite de hígado de bacalao.
La vitamina A es almacenada en las células grasas del cuerpo, por lo que un consumo excesivo retrasa su eliminación y se puede llegar a convertir tóxica en nuestro organismo.
Una dosis de 300 mg. en adultos y de 100 mg. en niños pueden ser altamente dañinas. Pueden producir pérdida de pelo, vómitos, dolores de cabeza, problemas en los huesos, visión doble y lesiones hepáticas.
La ingesta regular no debe exceder los 900 mcg. en hombres y 750 mcg. en mujeres no embarazadas. Las mujeres embarazadas no deben suplementarse con vitamina A. En cualquier caso, para las personas que puedan tomar suplementación, la recomendación es la de no superar el 100% de la RDA.
Es importante evitar la combinación de diferentes fuentes de vitamina A como pueden ser un multivitamínico con la suplementación a base de aceite de hígado de bacalao ya que este tipo de suplementación combinada incrementa la posibilidad de que se produzca un ingesta excesiva.
Entre otros, la vitamina A resulta beneficiosa para diferentes patologías. Pero ante todo, siempre será fundamental que sea un médico el que paute la ingesta y posología de esta vitamina como remedio terapéutico.
La psoriasis y el acné pueden mejorar con altas dosis de vitamina A ya que ayudan a modificar la formación de la epidermis.
La acción de las sustancias que funcionan como cancerígenas, generando cambios en las células del cuerpo, pueden reducirse mediante la ingesta de vitamina A.
La vitamina A ayuda a reducir las enfermedades respiratorias principalmente en niños que las padecen con regularidad.
En caso de que una persona con glaucoma tenga déficit de vitamina A, el aumento de estos valores puede ayudar a la mejoría de esta patología.
La vitamina A puede reducir mucho el riesgo de contraer sarampión. Es por eso que aquellos niños que tienen una dieta muy baja en esta vitamina, podrían suplementarse para evitar su contagio.
A continuación se muestra un listado de la cantidad de vitamina que se puede obtener de determinados alimentos por cada 100 g. de este.
Las personas que siguen una dieta especialmente baja en calorías o cuya dieta es especialmente baja en grasas, lo cual disminuye la absorción de esta vitamina, pueden presentar déficit. Además, las personas que están medicadas con colestiramina pueden beneficiarse de la suplementación.
Adicionalmente todo aquel que presente alguno o varios de los siguientes síntomas, pueden ser personas carentes de esta vitamina.
Como es habitual, para testar la carencia o los excesos de las vitaminas, usos los puntos del Dr. Riddler.
En este caso, el punto de la Vitamina A se encuentra sobre el párpado derecho con una presión suave. Es importante haber abierto previamente el canal de nutrición ya que los puntos del Dr. Riddler no se pueden testar en vacío.
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Vitaminas y minerales. Guía práctica – Amanda Ursell (Ed. Alhambra)
Toda la información expuesta en este artículo tiene un carácter meramente informativo. Antes de comenzar cualquier tipo de tratamiento es fundamental consultar con su médico. Este será la persona encargada de diagnosticar y prescribir lo que fuese necesario.
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